Pode
mos reducir la causa de las enfermedades físicas a una palabra “Estrés”. Veamos pues, formas de estresar el cuerpo:
La primera causa de estrés que viene a nuestra mente, es psicológica y emocional. Provocada por innumerables circunstancias de la vida. Las vivencias generan pensamientos y emociones, que en ocasiones generan conflictos o perturbaciones mentales y estos nos afectan físicamente, aun siendo de forma inconsciente.
Otra causa muy habitual de estresar el cuerpo, es por la acumulación de toxinas de diferentes tipos: químicos, metales, toxinas metabólicas, radiación, plásticos etc. Las toxinas afectan a una zona del cuerpo y como todo está inter-relacionado, conllevará una secuencia de alteraciones.
Sin duda las carencias nutricionales (mal nutrición) también afectan al correcto equilibrio del cuerpo y cuando se prolongan en el tiempo, también ocasionan estrés en ciertas partes, a la vez repercute al sistema nervioso, nuestro estado de ánimo y vitalidad.
Otra forma de estresar el cuerpo, es a través de campos energéticos de frecuencias artificiales o alteradas que no corresponden con la frecuencia natural armónica del cuerpo humano. Por ejemplo los campos electromagnéticos (antenas de telecomunicaciones, cableados eléctricos, transformadores, wifi, wireless, bluetooth, microondas, teléfonos móviles, tablets, ordenadores portátiles, radiografías, radiación nuclear, etc) y los campos geomagnéticos (cruces de líneas Hartmann, líneas Curry, corrientes de aguas subterráneas) que alteran la frecuencia de vibración del cuerpo cuando permanecemos horas encima de ellas, sea en el puesto de trabajo o en un lugar de descanso.
También podemos considerar como forma de alteración y estrés, la influencia de una o varias personas con una fuerte energía alterada, desequilibrada o negativa, esta puede afectarnos si nos encontramos en un estado energético y vibratorio decaído. Lo ideal sería encontrarnos en un estado energético y con vibración más elevada, para influir positivamente al negativo o en desequilibrio y no al contrario. En general, el ambiente de personas que nos rodea nos influye, más cuando interactuamos.
El estrés decae el equilibrio del PH, acidificando una zona y con ello da lugar al incremento de microorganismos patógenos, externos o internos. Pueden ser virus, bacterias, hongos etc. que al incrementarse crean deficiencias nutricionales, inmunológicas, alteraciones en el sistema nervioso, e incluso pueden ocasionar ansiedad en cuanto la ingesta de azúcar. A la vez generan más toxinas acidas y una carencia de oxígeno en algunas zonas. Esto fomentará el ambiente adecuado para el desarrollo de las células cancerígenas.
El estrés no conlleva únicamente al decline del ambiente adecuado para la salud, también influye en la decadencia del sistema inmunológico, así puede perder su efectividad al combatir agentes patógenos, como perder cierta inteligencia inmunitaria.
Las enfermedades parecen muy diferentes puesto que los síntomas en cada persona varían: fibromialgia, artritis, psoriasis, cáncer, migrañas, etc. Se les llaman enfermedades pero en realidad son diferentes síntomas, del estrés causado por cualquiera de los motivos anteriormente nombrados o por varios de ellos.
¿Si la enfermedad es causada por el estrés; que es, lo que hace que se somatice una psoriasis, una migraña, una artritis o un cáncer? Sin duda se relacionan con los patrones psico-emocionales que tengamos en desequilibrio. Según el conflicto psico-emocional, se expresará un tipo de enfermedad u otra y la misión de cada uno de nosotros, es la de corregir dichos conflictos, para así eliminar una de las causas principales del estrés. Luego podremos dedicarnos a sanar el cuerpo y tendremos mejores resultados.
La enfermedad y el sufrimiento, como todo en la vida tienen un propósito. Nada ocurre por casualidad y sin sentido. En realidad es justo lo que nos merecemos y es justo lo que necesitamos. Más del 50% de las personas no estarán de acuerdo con este punto (sobre todo cuando se piensa en niños enfermos), pero todo tiene su razón aún cuando no lo entendemos. Se nos exige mejorar internamente y aumentar el nivel de consciencia.
Son muchas las personas que comprueban que gracias a la enfermedad, han llegado a comprender lecciones de vida, han desarrollado buenas cualidades, han forjado mejores valores y dado más sentido a sus vidas. Claro está, que este grupo de gente es una minoría, la mayoría lo consideran injusto y algo que les ha tocado y no se hacen responsables, de que uno crea cada situación que vive (consciente o inconscientemente). Es normal esta forma de pensar cuando no se conocen algunas leyes fundamentales de la vida ya que pocos las conocen y pocos las enseñan.
Pocas personas se curan porque no asumen la responsabilidad de cambiar algo y de que es uno el que debe aprender a sanarse. En vez ser conscientes de esto y cambiar algunos hábitos, formas de pensar y actuar, en general hay una tendencia a querer que una pastilla o alguien nos solucione el problema y pasamos la responsabilidad al médico para que nos cure.
Por lo tanto el cambio interno y una nueva forma de sentir y pensar, es el primer paso para la sanación. Luego habrá que seguir con el resto de áreas para restaurar el equilibrio del cuerpo, pero lo primero es asumir que sin cambio no hay curación y que el que tiene el poder de sanar es cada uno por individual.
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